Los avances en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), la expansión de la telefonía móvil y el desarrollo de Internet, han modificado la relevancia de los contenidos y el rol del profesor como educador pero, al mismo tiempo, abren un horizonte de oportunidades y de recursos para afrontar los retos antes citados que los centros educativos FEC hemos de saber optimizar.
En este momento, las escuelas están instadas a ser verdaderos centros de innovación pedagógica, pastoral, metodológica y didáctica. Hoy se concibe a las comunidades educativas como un complejo y necesario sistema de alianzas que se van cohesionando poco a poco y dirigen todos sus esfuerzos y medios para que el alumnado descubra, asuma y potencie al máximo sus capacidades, de modo que todo cuanto son y están llamados a ser se desarrolle en el mundo y para el mundo en el que vivimos.
En el contexto educativo actual gana fuerza la concepción de una escuela abierta al mundo que hace de la calle su aula más potente, que hace del cuidado, el acompañamiento y la formación del profesorado apuestas decisivas de presente y futuro, y que promueve la participación como modo activo y comprometido de hacer escuela y educar personas.